Un grupo de mujeres que vivimos en Curahuasi, Apurímac, como educadoras, llevamos algunos años enseñando y cuidando a niños y adolescentes, apoyando activamente en su desarrollo emocional y educativo.
Sobre todo a los niños de habla quechua, quienes automáticamente son los más necesitados.
Pan caliente y fruta
Mamá es importante
Visita al amigo doctor